Caer en el barro…la puerta a tu crecimiento y superación.

Así somos, y en esto como seres humanos en nada diferentes… efectivamente solo cuando caemos y estamos en el barro y en los hoyos más profundos de nuestra existencia es cuando nos planteamos, mirar, observar , buscar si hay un nuevo camino, descubrir si hay algo que no aprendí.

Siempre que no huyas, ni cierres los ojos, ni adoptes una actitud de víctima que paralice tus acciones y que te impida ver más allá del fangoso barro, lo cierto es que caer en el barro, caer en nuestro más profundo malestar no es sino una gran puerta al crecimiento, a la superación y a tu verdadero y renovado bienestar.

La vida es constante cambio y tu has venido a evolucionar con ella, pararte en ese proceso de evolución y adaptación es morirte en vida, es quedarte en la oscuridad y en el fango eternamente, y todo por negarte a ver las oportunidades, las lecciones y los nuevos caminos a seguir.

Los cambios nos dan miedo, aunque lo que realmente nos tendría que dar miedo es perdernos en esa eternidad… y ese tiene que ser tu motor, el saber que hoy en esa caída al barro hay una lección, un cambio, una hacer en una dirección.

Y no es fácil, en cada una de mis caídas he podido verme hincada de rodillas en el barro, hundida, con la cabeza mirando hacia el suelo, donde solo veía eso…barro. En esos momentos tu mente, tus pensamientos pueden tomar el poder, porque estás débil y sin fuerza…ellos te dirán lo que ven…barro, ellos te dirán lo que eres…nadie, y ellos te dirán lo que hacer…sufre.

Sin embargo, hay un momento en el que puedes poner en marcha a tu observador, esa parte de ti capaz de contemplar lo que haces, lo que dices, y lo que piensas, y ese es el momento en el que tienes que tomar conciencia de eso… de que tú no eres ese barro, de que tú no eres esos pensamientos y de que tú no eres esas historias que te cuentas. Es el momento de observar, de levantar tus piernas, de mirar al frente y andar…pues solo así podrás  ver tu lección, tu guía y tu camino.

Ese es el momento en el que levantas las rodillas del fango y estas dispuesto a dar tus pasos, es el momento en el que levantas la cabeza, miras al horizonte y sabes que es allí donde quieres estar y vas a estar, ya no es momento de lamentarse sino de actuar. Con el tiempo, a veces solo con los días miras atrás y te das cuenta de lo que superaste, te das cuenta de lo que aprendiste, y de que no hubo otro modo de que la vida te lo enseñara o de que tú lo pudieras ver…y es ahí cuando incluso agradeces haber caído ….¿Pues como sino iba a saber lo que me hacía falta?¿Cómo me hubiese planteado ningún cambio o superación desde la comodidad?, no habría un para que.

Pasadas las arenas movedizas, lo que tendrás es verdadera satisfacción… ya sabrás salir de ese fango y mirarás con orgullo tus esfuerzos, tu caída y tu lección…pues  la gente de mayor éxito no son sino los que más se han superado, los que más se han caído y más se han levantado.

La vida cuando no la escuchas te grita, te lleva al fango…así que usa tus caídas para lo que son…para evolucionar, y no para tu estancamiento ni para andar hacia atrás.

Kisses!!

 

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